Quemaduras
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Síntomas
Los síntomas de las quemaduras pueden variar en gravedad según el tipo y la extensión de la lesión. Es importante reconocer los signos y síntomas de una quemadura para buscar atención médica adecuada y recibir tratamiento oportuno. A continuación, se describen los síntomas más comunes asociados con las quemaduras:
Dolor: El dolor es uno de los primeros síntomas que pueden experimentar las personas que sufren una quemadura. La intensidad del dolor puede variar según la gravedad de la lesión y la profundidad de la quemadura. Las quemaduras superficiales suelen causar dolor, mientras que las quemaduras más profundas pueden no provocar dolor, o causar un malestar no tan fuerte.
Enrojecimiento: Una quemadura suele causar enrojecimiento en la zona afectada de la piel. Este enrojecimiento puede ser evidente inmediatamente después de la lesión, o aparecer en minutos u horas y puede persistir durante varias horas o días, dependiendo de la gravedad de la quemadura.
Inflamación: La inflamación es una respuesta natural del cuerpo a las quemaduras y puede causar hinchazón en la zona afectada. La inflamación puede ser más notable en quemaduras de segundo grado y tercer grado, donde se produce un daño más extenso en los tejidos.
Formación de Ampollas: En las quemaduras de segundo grado, es común que aparezcan ampollas en la piel afectada. Estas ampollas pueden contener líquido claro, sanguinolento o turbio, y suelen ser dolorosas al tacto.
Descamación de la Piel: Con el tiempo, la piel quemada puede comenzar a desprenderse o descamarse, especialmente en quemaduras de primer y segundo grado. Esta es una respuesta natural del cuerpo a la lesión y puede ocurrir durante el proceso de curación.
Sensibilidad al Tacto: La piel quemada puede volverse extremadamente sensible al tacto, causando dolor o malestar incluso con el roce ligero. Esta sensibilidad puede persistir durante el proceso de curación y puede requerir medidas para proteger la piel afectada.
Choque: En casos de quemaduras graves, especialmente quemaduras extensas o profundas, la persona afectada puede experimentar un choque, es decir una situación crítica, como palidez, sudoración, mareos, debilidad y confusión. El choque es una respuesta peligrosa del cuerpo a una lesión grave y requiere atención médica urgente.
Tipos
Quemaduras Térmicas: Estas quemaduras son provocadas por la exposición a (temperaturas extremas de calor o frío), por ejemplo: fuentes de calor extremo, como fuego, líquidos calientes, sólidos calientes, vapor o superficies calientes. En Colombia, las quemaduras térmicas son comunes en situaciones domésticas, como incidentes en la cocina o con equipos de calefacción. Las estadísticas muestran que los eventos con líquidos calientes son una causa importante de quemaduras térmicas en el país. Las quemaduras térmicas pueden afectar diferentes capas de la piel, desde lesiones superficiales hasta daños más profundos en los tejidos. La gravedad de las quemaduras depende de factores como la temperatura del agente causante, la duración de la exposición y la parte del cuerpo afectada.
Quemaduras Químicas: Estas quemaduras son el resultado del contacto con sustancias corrosivas como ácidos, álcalis u otros productos químicos. En Colombia, las quemaduras químicas suelen estar relacionadas con eventos laborales en industrias que manejan productos químicos o con el uso inadecuado de productos de limpieza en el hogar. Las quemaduras químicas pueden causar daños graves en la piel y otros tejidos, incluso en pequeñas cantidades y por breves períodos de exposición. La rapidez con la que se debe actuar ante una quemadura química es crucial para minimizar el daño y prevenir complicaciones.
Quemaduras Eléctricas: Estas quemaduras son causadas por una corriente eléctrica que atraviesa el cuerpo. En Colombia, las quemaduras eléctricas pueden ocurrir en el hogar, en entornos laborales o durante actividades al aire libre, especialmente durante tormentas eléctricas o debido a conexiones eléctricas inseguras. Estas quemaduras pueden ser engañosas, ya que el daño visible en la piel puede ser menor que el daño interno causado a los tejidos, los músculos e incluso los órganos internos. Además del daño externo en la piel, las quemaduras eléctricas pueden provocar otros efectos secundarios graves, como problemas cardíacos o neurológicos.
Quemaduras por radiación: Radiación ultravioleta (Rayos solares), radiación ionizante como en la radioterapia o medicamentos ionizantes, que pueden generar quemaduras a las 4 semanas de haber estado expuesto.
Quemaduras mecánicas: Son quemaduras ocasionadas por abrasión o fricción.
Profundidad de las Quemaduras
Las quemaduras según su profundidad se clasifican en tres tipos, cada tipo requiere de un manejo diferente y puede diferir en el tiempo que toman en curar y las secuelas que pueden ocasionar. Una persona puede presentar diferentes profundidades de la quemadura en diferentes partes del cuerpo en un mismo incidente.
Quemaduras de Primer Grado (Superficiales)
Afectan solo la capa más externa de la piel, conocida como epidermis.
Se presentan síntomas como enrojecimiento, dolor, hinchazón leve y sensibilidad al tacto.
Pueden ser causadas por exposición a temperaturas altas, como el sol o agua caliente, y tienden a curar en unos pocos días sin dejar cicatrices permanentes.
Tratamiento:
El tratamiento generalmente implica enfriar la quemadura con agua a temperatura ambiente para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
Se pueden aplicar cremas hidratantes o vaselina para aliviar la incomodidad y ayudar en la recuperación.
Se recomienda evitar la exposición adicional al sol.
Quemaduras de Segundo Grado superficial o profunda (Espesor parcial)
Afectan tanto la epidermis como parte de la capa media de la piel, conocida como dermis.
Se presentan síntomas como enrojecimiento intenso, ampollas llenas de líquido claro o turbio, dolor intenso y sensibilidad al tacto.
Pueden ser causadas por exposición prolongada al sol, líquidos calientes, llamas u otros agentes térmicos, químicos o electricidad.
Factores de riesgo
En Colombia, varios factores aumentan el riesgo de sufrir quemaduras, tanto en entornos domésticos como laborales. Es importante conocer estos factores para tomar medidas preventivas y reducir la incidencia de estas lesiones graves. Algunos de los factores de riesgo más relevantes incluyen:
Condiciones Laborales Peligrosas: En muchos sectores laborales en Colombia, como la construcción, la industria manufacturera y la agricultura, los trabajadores están expuestos a condiciones peligrosas que aumentan el riesgo de sufrir quemaduras. La falta de equipos de protección adecuados, la exposición a sustancias químicas y el manejo de maquinaria y herramientas pueden contribuir a sucesos que resultan en quemaduras graves.
Uso Inadecuado de Productos Químicos: El uso incorrecto o el manejo inseguro de productos químicos en el hogar o en el trabajo puede provocar quemaduras químicas. En Colombia, esto puede ser especialmente relevante en entornos industriales donde se manejan sustancias corrosivas sin las precauciones adecuadas. Además, el almacenamiento inadecuado de productos químicos en el hogar puede aumentar el riesgo de quemaduras domésticas.
Falta de Medidas de Seguridad en el Hogar: En muchos hogares colombianos, la falta de medidas de seguridad básicas aumenta el riesgo de sufrir quemaduras. Esto puede incluir la ausencia de detectores de humo, extintores de incendios, cables eléctricos defectuosos o conexiones eléctricas inseguras. Además, el manejo inadecuado de dispositivos de calefacción, cocinas a gas y líquidos calientes en la cocina puede resultar en quemaduras graves.
Condiciones Climáticas Extremas: En ciertas regiones de Colombia, las condiciones climáticas extremas, como altas temperaturas y sequías, pueden aumentar el riesgo de incendios forestales y quemaduras relacionadas. Además, durante las temporadas de lluvias intensas, las quemaduras eléctricas debido a conexiones eléctricas inseguras pueden ser más comunes.
Prácticas culturales: En Colombia, en algunas épocas del año suelen realizar prácticas culturales para atraer la buena suerte, como la combinación de la planta ruda que se aplica en la piel y se expone al sol, lo que puede causar lesiones graves en la piel.
Prevención
La prevención de quemaduras es fundamental para reducir la incidencia de estas lesiones graves y prevenir sus consecuencias devastadoras. Aquí se presentan una serie de medidas de prevención efectivas:
Seguridad en el Hogar:
Instalación de Detectores de Humo: Colocar detectores de humo en todas las áreas de la casa, especialmente cerca de dormitorios, y probarlos regularmente para asegurarse de que funcionen correctamente.
Uso Seguro de Equipos de Calefacción: Mantener los calentadores y estufas alejados de materiales inflamables y asegurarse de que estén en buenas condiciones de funcionamiento. Nunca dejarlos desatendidos mientras estén encendidos.
Prevención de Quemaduras en la Cocina: Utilizar precauciones adicionales al cocinar con aceite caliente, líquidos calientes y alimentos en el horno. Mantener los mangos de las ollas y sartenes hacia adentro y fuera del alcance de los niños.
Control de la Temperatura del Agua: Ajustar el termostato del calentador de agua para que no supere los 49°C (120°F) para evitar quemaduras por agua caliente.
Al momento de cocinar:
Mantener los alimentos, bebidas y recipientes de cocina a altas temperaturas en un lugar seguro, no en las orillas de superficies, fuera del alcance de los niños.
Advierta a su entorno cuando esté sirviendo un líquido o alimentos a alta temperatura.
Haga uso de guantes que aíslen altas temperaturas cuando utilice el horno, ollas, sartenes, jarras, alimentos o bebidas a altas temperaturas.
Advierta a su entorno cuando utilice la estufa, chimenea, rizadores de cabello, plancha para ropa o plancha para el cabello y así evitar quemaduras.
En relación con el manejo de las chimeneas de bioetanol, después de encendida la chimenea, no adicionar más etanol, esto puede ocasionar un fogonazo y llevar a quemaduras extensas y profundas.
Verifique que los tomacorrientes se encuentren funcionales, en buen estado, sin cables sueltos que puedan generar chispas; y trate de mantenerlos con protectores de tomacorriente para evitar que los niños introduzcan objetos que les puedan ocasionar quemaduras eléctricas, sino cuenta con protectores de tomacorriente puede ubicar muebles frente a la toma, para que los niños no tengan acceso a las mismas.
Por prácticas culturales, es frecuente el uso de la planta ruda, pero el uso de esta aplicándola en el cuerpo con exposición solar, esto genera quemaduras graves.
Seguridad Infantil:
Supervisión Constante de los Niños: Los niños deben ser supervisados de cerca en todo momento, especialmente alrededor de áreas de riesgo como la cocina, el baño y las chimeneas.
Bloqueo de Acceso a Fuentes de Calor: Instalar protecciones de seguridad en estufas, hornos y chimeneas para evitar que los niños accedan a ellas y se quemen.
Almacenamiento Seguro de Productos Químicos: Mantener los productos químicos domésticos, como limpiadores y disolventes, fuera del alcance de los niños y almacenarlos en lugares seguros, y no reembolsarlos en botellas de vidrio o plástico.
Evite que los niños o usted manipulen pólvora.
Seguridad en el Trabajo:
Formación en Manejo Seguro de Sustancias Químicas: Proporcionar capacitación adecuada a los trabajadores que manipulan productos químicos para asegurar su uso seguro y prevenir quemaduras químicas.
Uso de Equipos de Protección Personal (EPP): Garantizar que los trabajadores utilicen el equipo de protección adecuado, como guantes, gafas y trajes protectores, al trabajar en entornos con riesgo de quemaduras.
Inspección y Mantenimiento Regular de Equipos: Realizar inspecciones periódicas de equipos eléctricos y maquinaria para identificar y corregir posibles riesgos de quemaduras eléctricas.
Prevención de Quemaduras por el Sol:
Uso de Protector Solar: Aplicar protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, y volver a aplicarlo cada dos horas o después de nadar o sudar.
Evitar la Exposición Prolongada al Sol: Buscar sombra durante las horas de mayor intensidad solar, generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m., y usar ropa protectora, sombreros de ala ancha y gafas de sol.
Educación y Concientización:
Programas Educativos: Promover la educación sobre prevención de quemaduras en la comunidad, las escuelas y los lugares de trabajo para aumentar la conciencia sobre los riesgos y fomentar prácticas seguras.
Campañas de Sensibilización: Realizar campañas de sensibilización pública sobre medidas de prevención de quemaduras, especialmente durante períodos de mayor riesgo, como el mes nacional de prevención de Quemaduras.
La implementación de estas medidas de prevención, junto con una mayor conciencia y educación pública, puede ayudar significativamente a reducir la incidencia de quemaduras y proteger a las personas de estas lesiones potencialmente graves.
Diagnóstico / Detección
El diagnóstico de quemaduras implica una evaluación clínica exhaustiva de un profesional de la salud, generalmente un médico o personal de enfermería capacitado para manejar quemaduras. El proceso de diagnóstico puede variar según la gravedad de la lesión y los recursos disponibles, pero generalmente incluye los siguientes pasos:
Valoración médica: El médico recopilará información sobre cómo ocurrió la quemadura, incluyendo el agente causante (calor, productos químicos, electricidad, etc.), la duración de la exposición y cualquier tratamiento previo que se haya administrado. Durante el examen físico, el médico realizará una inspección visual de la quemadura para determinar su tamaño, profundidad y extensión. Esto puede implicar quitar cualquier ropa o material que cubra la quemadura para una evaluación completa.
Historial Clínico:
Clasificación de la Quemadura: Basándose en la profundidad y la extensión de la lesión, el médico clasificará la quemadura en uno de los tres tipos: primer grado (superficial), segundo grado superficial, segundo grado profundo (parcialmente espesor) o tercer grado (espesor completo).
Evaluación de la Superficie Corporal Quemada (SCQ): Después de realizar el examen físico completo e identificar todas las quemaduras presentes, el medico determinará qué porcentaje de la superficie corporal se encuentra quemada. Esto es fundamental para poder brindar una atención oportuna y determinar con exactitud el manejo a realizar, el cual varia para cada quemadura.
Análisis de Laboratorio: De acuerdo con el estado y tipo de quemadura, el médico puede ordenar análisis de sangre para evaluar la función renal, la función hepática y el recuento de glóbulos blancos. Estos análisis pueden proporcionar información adicional sobre el estado de salud general del paciente y la gravedad de la lesión.
Pruebas de Imagen: De acuerdo con el estado y tipo de quemadura, el médico puede solicitar pruebas de imagen, como radiografías o tomografías computarizadas (TC), para evaluar el alcance del daño a los tejidos subyacentes, los huesos y los órganos internos.
Evaluación de Complicaciones: El médico estará atento a cualquier signo de complicaciones asociadas con la quemadura, como infección, shock, edema pulmonar o problemas cardíacos.
Detección Temprana
La detección temprana de las quemaduras es esencial para prevenir complicaciones, reducir el sufrimiento del paciente, promover una curación más rápida y mejorar el pronóstico general.
Prevención de Complicaciones: La detección temprana permite iniciar el tratamiento adecuado lo antes posible, lo que puede prevenir complicaciones graves como infecciones, shock y daño tisular extendido. Cuanto antes se detecte una quemadura y se inicie el tratamiento, menor será el riesgo de complicaciones a largo plazo.
Reducción del Dolor y el Malestar: El tratamiento precoz de las quemaduras puede ayudar a reducir el dolor y el malestar asociado con la lesión. La aplicación temprana de medidas analgésicas y la gestión adecuada del dolor pueden mejorar significativamente la experiencia del paciente durante el proceso de curación.
Promoción de una Curación más Rápida: Las quemaduras que se identifican y se tratan de manera temprana tienden a curar más rápidamente y con menos complicaciones. La intervención temprana puede facilitar la regeneración de la piel y minimizar la formación de cicatrices.
Minimización del Daño Tisular: En muchos casos, el daño tisular causado por las quemaduras puede empeorar con el tiempo si no se trata adecuadamente. La detección temprana permite limitar el daño tisular y prevenir la progresión de la lesión a tejidos más profundos.
Mejora del Pronóstico General: La detección temprana y el tratamiento oportuno de las quemaduras están asociados con mejores resultados a largo plazo y una recuperación más rápida y completa. Esto puede reducir la necesidad de tratamientos más invasivos y mejorar la calidad de vida del paciente.
Prevención de Discapacidades a Largo Plazo: En casos de quemaduras graves, la detección temprana y el tratamiento adecuado pueden ayudar a prevenir discapacidades a largo plazo, como limitaciones en la movilidad, deformidades físicas o daño permanente en los tejidos.
Reducción de los Costos de Atención Médica: La detección temprana de las quemaduras y la intervención oportuna pueden ayudar a reducir los costos asociados con la atención médica, al prevenir complicaciones graves que requieren tratamientos más prolongados y costosos.
Tratamiento
Es importante mantener la quemadura limpia para prevenir la infección.
Las ampollas pueden requerir drenaje bajo condiciones estériles y solo por un profesional médico.
Se aplican apósitos especiales para mantener la humedad y promover la curación.
En casos graves, puede ser necesario hospitalizar al paciente o dar un tratamiento más avanzado.
Quemaduras de Tercer Grado (Espesor Total)
Afectan todas las capas de la piel y pueden extenderse a tejidos subyacentes, como músculos, huesos y nervios.
Pueden presentar una apariencia carbonizada, blanca o negra, y en ocasiones no generan dolor al tacto debido al daño de los nervios.
Estas quemaduras pueden ser causadas por fuego, productos químicos corrosivos, electricidad o exposición prolongada a temperaturas extremas.
Tratamiento:
Las quemaduras de tercer grado requieren atención médica urgente y pueden necesitar cirugía reconstructiva.
Es fundamental mantener la zona afectada limpia y protegida para prevenir la infección.
Se pueden requerir injertos de piel o técnicas avanzadas de curación de heridas para promover la regeneración de los tejidos.
Es importante tener en cuenta que las quemaduras de tercer grado son lesiones graves que pueden tener consecuencias a largo plazo, como discapacidad permanente o cicatrices extensas. El tratamiento adecuado y oportuno, así como la rehabilitación, son cruciales para minimizar el impacto de estas lesiones en la salud y la calidad de vida del paciente.
Tratamiento (General)
A continuación, se describen en detalle los diferentes tipos de tratamiento para quemaduras:
Tratamiento de Quemaduras de Primer Grado (Superficiales):
Enfriamiento: La quemadura debe enfriarse inmediatamente con agua a temperatura ambiente (no helada) durante al menos 10-15 minutos para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
Hidratación: Se recomienda aplicar compresas frías o utilizar cremas hidratantes para aliviar la sequedad y la incomodidad en la zona quemada.
Analgésicos de Venta Libre: Se pueden usar analgésicos de venta libre, como el acetaminofén o el ibuprofeno (si no hay contraindicación), para aliviar el dolor y la incomodidad asociados con la quemadura.
Tratamiento de Quemaduras de Segundo Grado (Espesor parcial)
Limpieza de la Herida: Es crucial mantener la quemadura limpia para prevenir la infección. Se puede usar agua a temperatura ambiente y jabón suave para limpiar suavemente la zona afectada.
Drenaje de Ampollas: Las ampollas grandes pueden requerir drenaje bajo condiciones estériles por parte de un profesional médico para aliviar la presión y prevenir la infección.
Apósitos Especiales: Se pueden aplicar apósitos especiales, como apósitos de hidrogel o apósitos de plata, para mantener la humedad y promover la curación de la quemadura.
Analgesia: Los analgésicos pueden ser necesarios para controlar el dolor, especialmente durante los primeros días después de la lesión. Se pueden usar analgésicos de venta libre o formulados según sea necesario.
Tratamiento de Quemaduras de Tercer Grado (Espesor Total)
Atención Médica Urgente: Todas las quemaduras requieren de valoración por un profesional del área de la salud, sin embargo, las quemaduras de tercer grado requieren atención médica inmediata en un centro de quemaduras o un hospital especializado en el manejo de quemaduras graves.
Limpieza y Desbridamiento: Se requiere limpieza y desbridamiento de la herida para eliminar tejido muerto y prevenir la infección. Este procedimiento se realiza bajo anestesia y puede requerir múltiples sesiones.
Injertos de Piel: En casos graves, puede ser necesario realizar injertos de piel para cubrir áreas quemadas y promover la cicatrización de la herida. Se toma piel sana del propio cuerpo del paciente.
Cuidados Intensivos: Los pacientes con quemaduras de tercer grado pueden necesitar cuidados intensivos para monitorear y controlar las complicaciones, como la deshidratación, la infección y el shock.
Rehabilitación: Después de la curación inicial, se puede requerir terapia física y ocupacional para restaurar la función y la movilidad en las áreas afectadas por la quemadura.
¿Cómo lo tratamos en la Fundación Santa Fe de Bogotá?
Las quemaduras son lesiones complejas que pueden afectar múltiples sistemas y órganos del cuerpo, por lo que su tratamiento requiere la colaboración de diferentes especialidades médicas.
Cirugía Plástica: Los pacientes con quemaduras graves a menudo requieren manejo quirúrgico. Los cirujanos plásticos son los especialistas en el manejo integral de las quemaduras, se encargan de realizar los procedimientos iniciales para retirar el tejido muerto la fase reconstructiva inicial (es decir los procedimientos como injertos o colgajos necesarios para reconstruir los tejidos afectados por las quemaduras) y la fase reconstructiva tardía (es decir los procedimientos reconstructivos requeridos para manejar las posibles secuelas que puedan quedar después de haber curado las zonas afectadas por la quemadura).
Medicina de Emergencia: Los pacientes con quemaduras graves a menudo requieren atención médica de emergencia inmediata para estabilizar su estado y prevenir complicaciones potencialmente mortales, como el shock y la insuficiencia respiratoria. Los médicos de emergencia están capacitados para manejar situaciones críticas y proporcionar cuidados iniciales cruciales a los pacientes con quemaduras.
Medicina Intensiva: Los pacientes con quemaduras graves pueden requerir cuidados intensivos para monitorear y controlar complicaciones como la insuficiencia respiratoria, la sepsis y la disfunción orgánica múltiple. Los especialistas en medicina intensiva están entrenados para manejar pacientes críticos y proporcionar cuidados avanzados en unidades de cuidados intensivos especializadas.
Enfermería Especializada en Quemaduras: Los pacientes con quemaduras requieren cuidados especializados durante todas las etapas de su tratamiento, desde la evaluación inicial hasta la rehabilitación a largo plazo. Los enfermeros especializados en quemaduras tienen la formación y experiencia necesarias para proporcionar cuidados especializados, incluido el cuidado de las heridas, el manejo de los vendajes y apósitos especiales para las quemaduras, el control del dolor y el apoyo emocional a los pacientes y sus familias.
Terapia Física y Ocupacional: Durante el tratamiento de las quemaduras, todos los pacientes necesitan terapia física y ocupacional para prevenir la perdida de funcionalidad y la movilidad en las áreas afectadas, además de ayudar a recuperarla en aquellas que se ve afectada. Los terapeutas físicos y ocupacionales trabajan en estrecha colaboración con los pacientes para desarrollar planes de tratamiento individualizados y ayudarlos a recuperar la independencia en actividades diarias.
Psiquiatría y psicología: Sufrir una quemadura es una situación desafiante y puede ser difícil de asimilar por todas las personas. Los servicios de psiquiatría y psicología acompañan a los pacientes que sufren quemaduras e intervienen para permitir una recuperación no solo física, pero también de la salud mental.

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